Redacción Bolpress
La Unión Revolucionaria de Maestros (URMA), brazo sindical
del Partido Obrero Revolucionario (POR) en el magisterio urbano de Bolivia,
retuvo la dirección de la Federación Departamental de Trabajadores de Educación
Urbana de Cochabamba tras vencer en las elecciones del gremio por mayoría
absoluta de votos. Los trotskistas controlan las federaciones de docentes de La
Paz y Oruro, y varios sindicatos regionales y provinciales del sur del país.
El frente URMA dirige desde hace más de dos décadas la
Federación de Maestros Urbanos de La Paz, el principal gremio del sector con
aproximadamente 28 mil afiliados que representan más de un tercio del
magisterio urbano de Bolivia. En los últimos comicios los trotskistas
derrotaron a los representantes del oficialismo (MAS y Partido Comunista) con
más del 64% de la votación.
El pasado 4 de junio los urmistas retuvieron también el
control de la Federación de Maestros de Oruro luego de vencer en las urnas a
los frentes FIEL–FAUD (alianza estalinista), FUERTE (bloque de cinco frentes
identificados como oficialistas) y JUSTICIA (representantes del MAS). URMA ganó
con 1.700 votos (41%), seguida por FIEL–FAUD (808 votos), FUERTE (927) y
JUSTICIA (539).
El brazo sindical del POR en el magisterio estuvo a un paso
de ganar la Federación de Maestros de Chuquisaca, pero –aseguran los
trotskistas de Sucre– el estalinismo y el MAS conformaron un frente común para
cerrarle el paso. El oficialismo ganó con apenas 27 votos de diferencia frente
a URMA, a pesar de la millonaria campaña electoral financiada por la
Gobernación del Departamento y por el mismo poder central.
La mala hora de estalinistas y masistas en el magisterio
Las dirigencias estalinistas en el magisterio urbano han
perdido importantes espacios de poder en los últimos dos años, pese a que gozan
del apoyo incondicional del gobierno del MAS. Para contener el avance del
trotskismo, el oficialismo en pleno intentó inhabilitar a los candidatos de
URMA con juicios sindicales y en algunos casos habría recurrido al fraude.
Los trotskistas denunciaron que el oficialismo “montó un
monstruoso fraude” en las recientes elecciones en Chuquisaca, con la
complicidad de la Gobernación y de las autoridades del Servicio Departamental
de Educación (Seduca): “En las mesas de provincias y en aquellas otras donde no
había delegados de URMA invariablemente ganó el bloque oficialista con
diferencias abismales, pero en la gran mayoría de las mesas había delegados
urmistas los resultados eran favorables al frente revolucionario”.
URMA acusó también a la dirigencia oficialista que controla
la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB) de
haber manipulado las elecciones del sindicato regional de maestros del Chaco
Chuquisaqueño celebradas el 27 de agosto del 2012. Los sindicalistas al
servicio del MAS habrían depuesto a los legítimos ganadores de los comicios,
los urmistas, para favorecer al frente “LUCHA” identificado abiertamente con el
oficialismo.
“El triunfo en las ánforas ya no es garantía… en el Distrito
de Monteagudo, por observaciones de tres votos (dos secretarias y una portera),
anularon toda la mesa sin opción a una segunda votación, como manda el
reglamento electoral nacional, todo para declarar ganador al frente LUCHA y
posesionarlos de contrabando y a escondidas”, deploraron los dirigentes de URMA
en el Chaco, y acusaron de la maniobra a los dirigentes de la CTEUB Federico
Pinaya y Oscar Arines.
Por otro lado, las dos fracciones estalinistas que aún
dominan la CTEUB –una liderada por el ex ministro de Educación Víctor Cáceres y
la otra al mando del actual ejecutivo de la Confederación Federico Pinaya–
unieron fuerzas en el XII Congreso del Magisterio Urbano de Cochabamba con el
objetivo expreso de expulsar al dirigente trotskista Vladimir Mendoza, y de
esta manera evitar que URMA gane nuevamente la Federación departamental.
Se supo que Cáceres y Pinaya pactaron que el primero se
haría del control de la Federación de Cochabamba y de sus sindicatos
provinciales, mientras que el segundo permanecería al mando de la Confederación.
Es así que ambos bandos prepararon cuidadosamente el Congreso, en alianza con
altas esferas políticas y administrativas del Departamento (gobernación,
Dirección Departamental de Educación, direcciones distritales y direcciones de
unidades educativas). (1)
Los representantes del gobierno lograron su propósito
controlar todo el presídium del XII Congreso docente, pero “pese a las
maniobras del presidium encabezado por el ex ministro de Educación Víctor
Cáceres, las comisiones aprobaron todos los documentos del frente URMA”,
destacaron los trotskistas de Cochabamba. (2)
El oficialismo tenía la esperanza de revertir las
resoluciones de las comisiones en la plenaria, y sustituir el documento
político de URMA por una declaración pro oficialista. Sin embargo, el Congreso
Ordinario de la FDTEUC aprobó por mayoría de votos todos los textos trotskistas
y rechazó la “Ley anti-educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez”. (3)
La Directiva de la FDTEUC presentó informe de los aportes
que administró durante su gestión y solicitó que se realice una auditoría
externa, como establecen los estatutos de la Federación. El oficialismo quiso
sembrar dudas sobre dicho informe económico sin éxito alguno; y la última
plenaria expulsó a los dirigentes identificados con el gobierno del Consejo
Departamental de Disciplina Sindical, de la Casa Pedagógica y de la Comisión de
Bienes.
Victorias urmistas
Una semana después del XII Congreso del magisterio
cochabambino el frente URMA ganó la elección para renovar el directorio del
Sindicato de Trabajadores de Educación Urbana de Cliza, uno de los distritos
más importantes del Valle Alto, junto a Tarata, Punata, Arani y Villa Rivero.
Los trotskistas derrotaron con el 70% de los votos a una inédita alianza de
estalinistas y masistas, respaldados por el gobierno y las autoridades locales.
De igual forma, los urmistas ganaron el sindicato de Sacaba,
uno de los más importantes del Valle Bajo junto Quillacollo, tras derrotar en
las elecciones del 5 de octubre al estalinista Frente de Defensa del Magisterio
(FDM), la expresión más nítida del oficialismo. URMA obtuvo 281 votos (67%) y
el FDM 137 (33%).
Las sucesivas derrotas del oficialismo en el Congreso
Ordinario Departamental, en las elecciones para el sindicato de Sacaba y
posteriormente en los comicios para renovar el Directorio de la Federación
Departamental de Trabajadores de Educación Urbana de Cochabamba provocaron una
profunda crisis en las filas del oficialismo.
La burocracia sindical se presentó a los últimos comicios
sindicales en Cochabamba dividida en dos grupos irreconciliables, uno dirigido
por el ex ministro Cáceres y el otro a la cabeza de Pinaya, ambos obsecuentes
servidores del gobierno de Evo Morales y acérrimos defensores del “proceso de
cambio” y de la reforma educativa indigenista. Posteriormente las tendencias
pro gubernamentales se fraccionaron en al menos tres frentes (el estalinista
FDM-U, el masista LUMAC y el FUM), todos ellos polarizando con URMA, la
corriente radical y francamente anti oficialista en el magisterio valluno. (4)
Según los urmistas de Cochabamba, el dirigente pro
gubernamental Cáceres, las autoridades de la Gobernación, de la Dirección
Departamental de Educación y de las direcciones distritales, junto a los
facilitadores del Programa de Fortalecimiento Complementario (Profocom) y los
catedráticos de la Normal Simón Rodríguez, desplegaron la guerra sucia contra
URMA, con el respaldo pleno de algunos medios de comunicación cochabambinos.
La Alcaldía y la Dirección Distrital de Quillacollo
uniformaron a sus funcionarios con las camisetas del FDM–U para hacer campaña
en la misma puerta del recinto electoral, y pusieron a disposición de los
servidores del MAS vehículos, equipos de amplificación y cientos de
“refrigerios”.
A pesar a la descomunal campaña, los frentes pro masistas
obtuvieron en conjunto no más del 15% de los sufragios y URMA ganó las
elecciones con más del 50% de la votación, casi 10 puntos porcentuales más de
lo que lograron en los comicios de hace dos años.
Notas:
1. Para imponer a maestros oficialistas en la representación
de las unidades educativas, se dice que la alianza PCB-MAS incluso hizo firmar
actas de designación de delegados titulares y suplentes en blanco.
2. De todos los eventos sindicales organizados en la
historia del magisterio urbano cochabambino, el XII Congreso fue uno de los más
concurridos con la participación de 461 delegados titulares y 298 adscritos,
sumando en total 759 representantes de base.
3. La Comisión político-sindical aprobó un documento que
caracteriza la situación mundial como una etapa de decadencia del sistema
capitalista, que se expresa como una situación de crisis, guerra y revoluciones
donde los trabajadores y oprimidos del mundo luchan para no ser devorados por
la miseria. En el plano nacional, tipifica al régimen de Evo Morales como
servil a las transnacionales y a los empresarios privados nacionales, como fiel
ejecutor de las medidas antipopulares del Fondo Monetario Internacional y de
todas las organizaciones financieras del imperialismo y, en consecuencia,
enemigo de los trabajadores y los maestros. El texto plantea luchar por
garantizar la independencia política de la Federación, y rescatar la
Confederación del sector echando de la dirigencia pro masista.
La Comisión educativa aprobó un texto crítico de los
principios y fundamentos de la Ley “Siñani-Pérez” y de su currículo; argumenta
que la reforma educativa indigenista se constituye en un atentado pedagógico y
profesional contra la educación y el magisterio porque sus principios de
descolonización, intraculturalidad y plurilingüismo anteponen los prejuicios y
la ideología pachamamica al conocimiento científico. Además, recalca que los
principios de la educación técnica recortan horas de ramas técnicas (música,
educación física, religión, etc.) y humanísticas en secundaria, mientras que la
aplicación del currículo supone la vulneración del Escalafón Docente (como ya
ocurre en los Institutos Técnico-tecnológicos), y atenta contra la inamovilidad
funcionaria a través de los Consejos Comunitarios, el brazo coercitivo del
gobierno en la educación.
La Comisión Económica aprobó un documento y resoluciones a
favor de la lucha por las más caras reivindicaciones económicas del Magisterio,
como ser el salario acorde a la canasta familiar con escala móvil; una real y
efectiva nivelación de los sueldos de los sectores urbanos y rural, allí donde
ambos sectores trabajan en las mismas condiciones; Bono de zona para los
distritos más alejados y para los distritos endémicos; respeto a los bonos
conquistados, y pago de suplentes por parte del Estado en el caso de enfermedad
del trabajador de la educación.
Las principales resoluciones de la Comisión social fueron:
Luchar por una jubilación con el 100% del último salario con financiamiento del
empleador y del Estado; evitar la destrucción de la Caja Nacional de Salud a
través de la denominada “reestructuración” gubernamental; exigir que la Caja
Nacional de Salud funcione con administración colectiva de los trabajadores; y
la descentralización de la MUMANAL para evitar trámites burocráticos que
entorpecen y dilatan los trámites de los afiliados.
4. Las elecciones se realizaron en una coyuntura
política y social muy difícil para el magisterio nacional. El gobierno impone
la aplicación de la malla curricular de la Ley 070 (Siñani – Pérez) que, según
los trotskistas, pondrá en serio riesgo las conquistas profesionales, sociales
y económicas del magisterio. Además, el régimen aplica una política salarial anti
docente que contempla un incremento de suelos de apenas 6%, cuando los precios
han subido por encima del 30%; y también un sistema de seguridad social que
mantiene la capitalización individual en el régimen de jubilaciones, aplicado
con mayor ortodoxia que el propio gobierno de Gonzalo Sánchez de Loazada.
Exacerba el descontento la ejecución del Programa de Fortalecimiento
Complementario (Profocom) con la finalidad de aplicar una la malla curricular
acorde al mandato del Banco Mundial y del FMI.
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