martes, 13 de noviembre de 2012

VICTORIA TROTSKISTA EN EL MAGISTERIO URBANO DE COCHABAMBA


                                                                                                                                                                                   Redacción Bolpress

La Unión Revolucionaria de Maestros (URMA), brazo sindical del Partido Obrero Revolucionario (POR) en el magisterio urbano de Bolivia, retuvo la dirección de la Federación Departamental de Trabajadores de Educación Urbana de Cochabamba tras vencer en las elecciones del gremio por mayoría absoluta de votos. Los trotskistas controlan las federaciones de docentes de La Paz y Oruro, y varios sindicatos regionales y provinciales del sur del país.

El frente URMA dirige desde hace más de dos décadas la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, el principal gremio del sector con aproximadamente 28 mil afiliados que representan más de un tercio del magisterio urbano de Bolivia. En los últimos comicios los trotskistas derrotaron a los representantes del oficialismo (MAS y Partido Comunista) con más del 64% de la votación.

El pasado 4 de junio los urmistas retuvieron también el control de la Federación de Maestros de Oruro luego de vencer en las urnas a los frentes FIEL–FAUD (alianza estalinista), FUERTE (bloque de cinco frentes identificados como oficialistas) y JUSTICIA (representantes del MAS). URMA ganó con 1.700 votos (41%), seguida por FIEL–FAUD (808 votos), FUERTE (927) y JUSTICIA (539).

El brazo sindical del POR en el magisterio estuvo a un paso de ganar la Federación de Maestros de Chuquisaca, pero –aseguran los trotskistas de Sucre– el estalinismo y el MAS conformaron un frente común para cerrarle el paso. El oficialismo ganó con apenas 27 votos de diferencia frente a URMA, a pesar de la millonaria campaña electoral financiada por la Gobernación del Departamento y por el mismo poder central.

La mala hora de estalinistas y masistas en el magisterio

Las dirigencias estalinistas en el magisterio urbano han perdido importantes espacios de poder en los últimos dos años, pese a que gozan del apoyo incondicional del gobierno del MAS. Para contener el avance del trotskismo, el oficialismo en pleno intentó inhabilitar a los candidatos de URMA con juicios sindicales y en algunos casos habría recurrido al fraude.

Los trotskistas denunciaron que el oficialismo “montó un monstruoso fraude” en las recientes elecciones en Chuquisaca, con la complicidad de la Gobernación y de las autoridades del Servicio Departamental de Educación (Seduca): “En las mesas de provincias y en aquellas otras donde no había delegados de URMA invariablemente ganó el bloque oficialista con diferencias abismales, pero en la gran mayoría de las mesas había delegados urmistas los resultados eran favorables al frente revolucionario”.

URMA acusó también a la dirigencia oficialista que controla la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB) de haber manipulado las elecciones del sindicato regional de maestros del Chaco Chuquisaqueño celebradas el 27 de agosto del 2012. Los sindicalistas al servicio del MAS habrían depuesto a los legítimos ganadores de los comicios, los urmistas, para favorecer al frente “LUCHA” identificado abiertamente con el oficialismo.

“El triunfo en las ánforas ya no es garantía… en el Distrito de Monteagudo, por observaciones de tres votos (dos secretarias y una portera), anularon toda la mesa sin opción a una segunda votación, como manda el reglamento electoral nacional, todo para declarar ganador al frente LUCHA y posesionarlos de contrabando y a escondidas”, deploraron los dirigentes de URMA en el Chaco, y acusaron de la maniobra a los dirigentes de la CTEUB Federico Pinaya y Oscar Arines.

Por otro lado, las dos fracciones estalinistas que aún dominan la CTEUB –una liderada por el ex ministro de Educación Víctor Cáceres y la otra al mando del actual ejecutivo de la Confederación Federico Pinaya– unieron fuerzas en el XII Congreso del Magisterio Urbano de Cochabamba con el objetivo expreso de expulsar al dirigente trotskista Vladimir Mendoza, y de esta manera evitar que URMA gane nuevamente la Federación departamental.

Se supo que Cáceres y Pinaya pactaron que el primero se haría del control de la Federación de Cochabamba y de sus sindicatos provinciales, mientras que el segundo permanecería al mando de la Confederación. Es así que ambos bandos prepararon cuidadosamente el Congreso, en alianza con altas esferas políticas y administrativas del Departamento (gobernación, Dirección Departamental de Educación, direcciones distritales y direcciones de unidades educativas). (1)

Los representantes del gobierno lograron su propósito controlar todo el presídium del XII Congreso docente, pero “pese a las maniobras del presidium encabezado por el ex ministro de Educación Víctor Cáceres, las comisiones aprobaron todos los documentos del frente URMA”, destacaron los trotskistas de Cochabamba. (2)

El oficialismo tenía la esperanza de revertir las resoluciones de las comisiones en la plenaria, y sustituir el documento político de URMA por una declaración pro oficialista. Sin embargo, el Congreso Ordinario de la FDTEUC aprobó por mayoría de votos todos los textos trotskistas y rechazó la “Ley anti-educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez”. (3)

La Directiva de la FDTEUC presentó informe de los aportes que administró durante su gestión y solicitó que se realice una auditoría externa, como establecen los estatutos de la Federación. El oficialismo quiso sembrar dudas sobre dicho informe económico sin éxito alguno; y la última plenaria expulsó a los dirigentes identificados con el gobierno del Consejo Departamental de Disciplina Sindical, de la Casa Pedagógica y de la Comisión de Bienes.

Victorias urmistas

Una semana después del XII Congreso del magisterio cochabambino el frente URMA ganó la elección para renovar el directorio del Sindicato de Trabajadores de Educación Urbana de Cliza, uno de los distritos más importantes del Valle Alto, junto a Tarata, Punata, Arani y Villa Rivero. Los trotskistas derrotaron con el 70% de los votos a una inédita alianza de estalinistas y masistas, respaldados por el gobierno y las autoridades locales.

De igual forma, los urmistas ganaron el sindicato de Sacaba, uno de los más importantes del Valle Bajo junto Quillacollo, tras derrotar en las elecciones del 5 de octubre al estalinista Frente de Defensa del Magisterio (FDM), la expresión más nítida del oficialismo. URMA obtuvo 281 votos (67%) y el FDM 137 (33%).

Las sucesivas derrotas del oficialismo en el Congreso Ordinario Departamental, en las elecciones para el sindicato de Sacaba y posteriormente en los comicios para renovar el Directorio de la Federación Departamental de Trabajadores de Educación Urbana de Cochabamba provocaron una profunda crisis en las filas del oficialismo.

La burocracia sindical se presentó a los últimos comicios sindicales en Cochabamba dividida en dos grupos irreconciliables, uno dirigido por el ex ministro Cáceres y el otro a la cabeza de Pinaya, ambos obsecuentes servidores del gobierno de Evo Morales y acérrimos defensores del “proceso de cambio” y de la reforma educativa indigenista. Posteriormente las tendencias pro gubernamentales se fraccionaron en al menos tres frentes (el estalinista FDM-U, el masista LUMAC y el FUM), todos ellos polarizando con URMA, la corriente radical y francamente anti oficialista en el magisterio valluno. (4)

Según los urmistas de Cochabamba, el dirigente pro gubernamental Cáceres, las autoridades de la Gobernación, de la Dirección Departamental de Educación y de las direcciones distritales, junto a los facilitadores del Programa de Fortalecimiento Complementario (Profocom) y los catedráticos de la Normal Simón Rodríguez, desplegaron la guerra sucia contra URMA, con el respaldo pleno de algunos medios de comunicación cochabambinos.

La Alcaldía y la Dirección Distrital de Quillacollo uniformaron a sus funcionarios con las camisetas del FDM–U para hacer campaña en la misma puerta del recinto electoral, y pusieron a disposición de los servidores del MAS vehículos, equipos de amplificación y cientos de “refrigerios”.

A pesar a la descomunal campaña, los frentes pro masistas obtuvieron en conjunto no más del 15% de los sufragios y URMA ganó las elecciones con más del 50% de la votación, casi 10 puntos porcentuales más de lo que lograron en los comicios de hace dos años.

Notas:

1. Para imponer a maestros oficialistas en la representación de las unidades educativas, se dice que la alianza PCB-MAS incluso hizo firmar actas de designación de delegados titulares y suplentes en blanco.

2. De todos los eventos sindicales organizados en la historia del magisterio urbano cochabambino, el XII Congreso fue uno de los más concurridos con la participación de 461 delegados titulares y 298 adscritos, sumando en total 759 representantes de base.

3. La Comisión político-sindical aprobó un documento que caracteriza la situación mundial como una etapa de decadencia del sistema capitalista, que se expresa como una situación de crisis, guerra y revoluciones donde los trabajadores y oprimidos del mundo luchan para no ser devorados por la miseria. En el plano nacional, tipifica al régimen de Evo Morales como servil a las transnacionales y a los empresarios privados nacionales, como fiel ejecutor de las medidas antipopulares del Fondo Monetario Internacional y de todas las organizaciones financieras del imperialismo y, en consecuencia, enemigo de los trabajadores y los maestros. El texto plantea luchar por garantizar la independencia política de la Federación, y rescatar la Confederación del sector echando de la dirigencia pro masista.

La Comisión educativa aprobó un texto crítico de los principios y fundamentos de la Ley “Siñani-Pérez” y de su currículo; argumenta que la reforma educativa indigenista se constituye en un atentado pedagógico y profesional contra la educación y el magisterio porque sus principios de descolonización, intraculturalidad y plurilingüismo anteponen los prejuicios y la ideología pachamamica al conocimiento científico. Además, recalca que los principios de la educación técnica recortan horas de ramas técnicas (música, educación física, religión, etc.) y humanísticas en secundaria, mientras que la aplicación del currículo supone la vulneración del Escalafón Docente (como ya ocurre en los Institutos Técnico-tecnológicos), y atenta contra la inamovilidad funcionaria a través de los Consejos Comunitarios, el brazo coercitivo del gobierno en la educación.

La Comisión Económica aprobó un documento y resoluciones a favor de la lucha por las más caras reivindicaciones económicas del Magisterio, como ser el salario acorde a la canasta familiar con escala móvil; una real y efectiva nivelación de los sueldos de los sectores urbanos y rural, allí donde ambos sectores trabajan en las mismas condiciones; Bono de zona para los distritos más alejados y para los distritos endémicos; respeto a los bonos conquistados, y pago de suplentes por parte del Estado en el caso de enfermedad del trabajador de la educación.

Las principales resoluciones de la Comisión social fueron: Luchar por una jubilación con el 100% del último salario con financiamiento del empleador y del Estado; evitar la destrucción de la Caja Nacional de Salud a través de la denominada “reestructuración” gubernamental; exigir que la Caja Nacional de Salud funcione con administración colectiva de los trabajadores; y la descentralización de la MUMANAL para evitar trámites burocráticos que entorpecen y dilatan los trámites de los afiliados.

4. Las elecciones se realizaron en una coyuntura política y social muy difícil para el magisterio nacional. El gobierno impone la aplicación de la malla curricular de la Ley 070 (Siñani – Pérez) que, según los trotskistas, pondrá en serio riesgo las conquistas profesionales, sociales y económicas del magisterio. Además, el régimen aplica una política salarial anti docente que contempla un incremento de suelos de apenas 6%, cuando los precios han subido por encima del 30%; y también un sistema de seguridad social que mantiene la capitalización individual en el régimen de jubilaciones, aplicado con mayor ortodoxia que el propio gobierno de Gonzalo Sánchez de Loazada. Exacerba el descontento la ejecución del Programa de Fortalecimiento Complementario (Profocom) con la finalidad de aplicar una la malla curricular acorde al mandato del Banco Mundial y del FMI.